lunes, 3 de mayo de 2010

Hoy es el día diferente. Finalmente estallo plena y segura en mi llanto. Me hacía falta solo un pequeño empujón para lanzarme al abismo. Ahora no hay vuelta atrás: he comenzado mi duelo. Hoy por fin lloré por ti, me dio rabia, me dio angustia, me dio desespero, momentos de control y descontrol, desesperanza, vacío, mierda.

Es increíble darse cuenta cómo se desbaratan tres años de tu vida en un minuto, darte cuenta de los errores que cometiste y que cometieron, perder la fé, encontrarte contigo misma en el cuarto oscuro, ya sin paredes de donde agarrarte, sin saber a donde ir. Hoy estoy en el punto álgido en que decido, o el momento decide por mí, si seguir embotellada en el mismo sitio, buscando bastones y rodilleras para algo que es irremediable, o si me enfrento, aún incompleta, al pozo lleno de barro que tengo que atravesar de alguna u otra manera para llegar al otro lado.

Si uso protección tal vez después será más difícil removerme el barro...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario