Es increíble darse cuenta cómo se desbaratan tres años de tu vida en un minuto, darte cuenta de los errores que cometiste y que cometieron, perder la fé, encontrarte contigo misma en el cuarto oscuro, ya sin paredes de donde agarrarte, sin saber a donde ir. Hoy estoy en el punto álgido en que decido, o el momento decide por mí, si seguir embotellada en el mismo sitio, buscando bastones y rodilleras para algo que es irremediable, o si me enfrento, aún incompleta, al pozo lleno de barro que tengo que atravesar de alguna u otra manera para llegar al otro lado.
Si uso protección tal vez después será más difícil removerme el barro...
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