Según parece todo va bien, según parece vamos mucho menos peor de lo que iríamos si no nos quisieramos lo necesario, así no sea lo suficiente, pero son de nuevo cáscaras de huevo, otra vez son cenizas tratando de armar algo que no resistió el peso de los años de soledad, son intentos frusrtados de grabar en la mente los recuerdos de los buenos tiempos y vivir de ellos, pero no será así por mucho tiempo, todavía nos falta perdonar, te resistes a que ya todo pasó, que no importa lo que no nos hayamos dicho, y me duele, en realidad me quita el respirito que tenía después de quedar sin aire por tanto tiempo, me recuerda que somos humanos, y que siempre nos sobreponemos con orgullo ante los problemas, que es nuestra mejor peor arma para convencernos de tener la razón, me recuerda que tú eres tú pero vista de frente, vista de esa manera tan singular en que nunca creí llegar a estar. Lo siento, no escribo más, no trato más de explicar lo que ni yo misma entiendo, no trato más de abrir esa herida que ya hoy no está tan abierta, no trato ya de llorar más, mis ojos están secos, y mis manos vacías, frías como siempre..

Cuántas veces quieres que te diga que no quiero verte, no quiero seguir aún sabiendo que no estás donde debes estar, no digiste lo que en medio de todo yo solo quise escuchar, me mentiste, digiste tantas cosas que ya no recuerdo cuáles te creí, me oíste tantas veces que ya no se qué de todo te dige y te dige sin que lograras escucharme.

Quieres que te describa lo que dice tu mirada?
Lo haré, pero no con mucho detenimiento, porque es sabido por muchos que no vale la pena enfrascarse en una solo cosa durante tanto tiempo. A mi me dice que es divertido, que lo hacemos bien, aunque no lo hagamos tanto, que no sonamos de lo mejor, pero definitivamente no somos malos, que estás triste, o intentando no estarlo, o digno, según dicen tus cercanos; pero me miras y no dice nada, me miras y se lo que piensas, lo dedusco de tu silencio, o al menos eso es lo que creo. No quiero quererte como he querido a los demás, no así, no es la más saludable de las maneras, no es el más fuerte de mis puntos débiles.

La depresión más absurda viene siempre de adentro, cuando en el fondo no hay sino algun sentimiento extraño con el que no podemos convivir, y a veces no es suficiente llorar, a veces no basta con querer dejarlo atrás, tenemos que sacarlo y ahogarlo con nuestras propias manos, ahogarnos con nuestras propias manos, hasta que muera, sin morirnos nosotros. Y no recuerdo la última vez que lo hice, no recuerdo la última vez que pude cogerlo por el cuello y apretarlo hasta caer desvanecido entre las sombras de eso que fue y ya no es, no recuerdo ni siquiera la última vez que mis ojos se aguaron y botaron todo eso que llevaba dentro; no, no lo recuerdo. Se me olvidó amar, se me olvidó pensar lo que podría llegar a hacer por una sola persona, se me olvidó perdonar por los errores que hasta yo misma cometí alguna vez, ese color azul con que pintaba la vida antes de cumplir los 16, olvidé esa seguridad con la que creía poder tener el mundo en mis manos en un solo paso, lo olvidé, todo eso lo olvidé, y a cambio encontré muchas otras cosas en la vida que pueden llegar a ser reales, pero que desinflan mucho más de lo que tal vez con cierto esfuerzo yo puedo soportar, y aún así lo soporto y lo llevo conmigo a todas partes, vive en mi casa y se mete en mi cama, me fastidia la vida todo el tiempo, aunque ya no esté tan fastidiada, me acostumbré a darme por vencida antes de dar la batalla, a quedarme quieta, a no decir nunca nada...