Ya estando aquí parada recuerdo tu mirada, desconsoladamente miro a través de la reja y recuerdo las palabras que decías, como si estuvieras allí, como si el tiempo no pudiera borrar esos momentos de infinita felicidad a tu lado.

Te quiero.

Alguna vez, pero más adelante, alguna vez, devuélvete un poco con la mirada y ponla detrás de tu espalda, y ríete de lo que escribiste, siéntete ridículo y tonto, porque lo fuíste. Piensa si te creímos, piensa si tú mismo te hubieras creído de estarte leyendo, piénsalo, y piénsalo bien. Tal vez, y digo sólo tal vez, te darás cuenta que está en tu naturaleza, que no puedes evitarlo, el hacer intentos frustrados de escribir bonito y no lograrlo, el tratar de hacer creer que dices la verdad, cuando en realidad te mientes hasta a tí mismo.

Finding somewhere to stay.

Viviendo en un mundo aparentemente real.

Te quiero. Te estoy buscando. Tal vez no debería hacerlo. Igual te espero. Como siempre.

Loving you, like ever...

Simulo que existo y simulo que tengo, finjo que no estoy aquí y que solo necesito bendas para los pies y seguir caminando. Y es así. Aunque en el fondo no sea cierto, sigue siendo así. Ya no hay más formas, dignas o indignas de verte sonreir. Ya no hay maneras de verte. El tiempo ya nos encontró una vez y otra vez, y probablemente no vuelva a suceder. Te tengo y no te tengo porque te pierdo en cada instante, y te veo ir y venir, y te veo pasar por aquí a mi lado con tu pena y con tu alegría extraña que cautiva. Pero siempre te pierdo. No fuíste mío aunque parecieras estar, siempre estuviste allá y yo mirando desde acá, pegada al vidrio, tratando de alcanzar tus soledades, vivir tus miedos, justamente, como me los contaste.

Fue una bonita historia, a pesar de todo. Muy corta, y de triste final, como deben ser las que marcan el alma.

Te veo suspirar, te veo reir, te veo dormir a mi lado. Te veo tan blanca y tan pura que no soporto la idea de ver pasar el tiempo y que llegue el día en que no pueda verte. Me encierro en silencio tratando de conservar tu imagen para que no se vaya nunca. Y te veo.

Quisiera no estar tan distraida. Quisiera estar con mi mente en la tierra y enfocada en lo que por ahora debe ser lo realmente importante. Pero en cambio estoy aquí escribiendo a cerca de qué tan difícil es concentrarse en algo que por hoy -y probablemente por algunas semanas- no quiero hacer. Mi mente se ha tornado en blanco. Las ideas no están en mi cabeza. Puede ser solo cuestión de buscarlas, el asunto es que no tengo la intención, y aunque me obligo un poco, no ha sido suficiente. Lapsus brutus, digamos. Creo que estoy en la época de la pereza mental. Será bueno?? ...Quiero vacaciones.

Bailé hasta las 2:41. En principio aburrida, pero me duelen las piernas desde la mitad del muslo hacia abajo. Curiosamente, aunque no tanto, no dormí bien, y estoy despierta desde las 8. Anoche me hicieron caer en cuenta que ya casi nada me gusta tomar: whisky, aguardiente, cerveza. Aún quedan por desestimar el ron, el tequila y mi vino, que no lo cambio por nada… aún. Pero en fin, nada de eso tomé. Solo un vaso hasta el tope de Old John, que paulatinamente íbamos revolviendo con Coca Cola (muy extraño para mi, por cierto, pero menos feo), una Peroni que venía con el cover y como siempre, agua, como tres botellas.

El sitio estaba a reventar, eso lo hacía muchísimo menos de mi agrado. Lo más interesante fue ver Madagascar 1 y 2 imaginándome el parlamento… y el australiano, claro :P

Me sobran razones.

Sé que entraste a mis cuentas. Este es un mensaje muy claro, no quiero repetirlo una vez más: deja de meterte a mi cuenta de facebook y a gmail. No me digas que voy a tener que abrir cuentas nuevas, no seas atrevido.