Heme aquí, sentada frente al piano componiendo una nueva canción para los nuevos tiempos. Probando nuevos acordes más amenos y tal vez más sencillos, volviendo al origen, sonando más tierno.

Hoy la música que suena en mi cabeza ya no va tan rápido ni suena tan fuerte, tengo que tomarme el trabajo de escucharla y llevarla hasta mis dedos y que fluya más, pero estoy segura que los días llenos de tritonos sin resolver están pasando a un segundo plano... al menos eso digo ahora que estoy sentada y componiendo.

Déjame ver tu linda fantasía. Tus colores, tus olores. Quiero perderme en tu risa y vagar por tu mirada. Como si la luz de un ángel me diera las alas para volar a tu alrededor y cuidarte. Porque ahora solo queda la brisa que se está llevando tu aroma, el calor que se disipa con el ambiente. Debo dormir un poco para poder desentrañar todo esto que llevo dentro, para evitar sucumbir al miedo de perderte, para evitar reproducir lo que me has hecho sin siquiera darte cuenta. Con un silencio sepulcral, como el negro de la noche sin la luz de la luna, con ninguna estrella. Ya no veo nada. Ni a tí. Ni a mí.

Torpe, torpe, torpe!!

Maldito vacío de montaña rusa

Busco desesperadamente la felicidad, sabiendo perfectamente que ella nunca está al final del camino, siempre durante, siempre durante...

Y no la veo, porque me empeño en desear lo que no tengo, lo que no es mío

Entiende que a veces la vida pasa sin que te des cuenta, y las personas tampoco notan que pasaste caminando alguna vez por sus vidas a saludar y dejar una sonricita de despedida.

Me gustaron los besos que me diste en la mañana, dormir en cucharita. Ahí te dejo mi sonrisa para que la veas pasar si quieres

Ojalá pudiera hipnotizarte...

Mirada ingenua, manos tranquilas, palabras siempre antisociales y satíricas, visión borrosa, dientes torcidos, cuerpo atlético, uñas cortas.

Qué buena combinación para evitarlo, porque me hipnotizaste primero.

No me despiertes aún, no me decepciones hasta que pueda devolverte el favor y lavarme las manos, por una vez en la vida...

Encuentro la vida bella y encuentro la vida fea. Sigo montada en este carrusel que sube y baja repitiendo la misma vuelta.

Hermosa noche, extraña noche, bella mañana, como sin mirar y mirando, como sin abrazar y abrazando.

Incierta despedida.

Meterse con un hombre despechado no vale la pena, siempre terminas perdiendo...

Igual o más despechada