jueves, 21 de septiembre de 2006

Solo para quienes lo soporten

Que los 17, que son machistas, que maduramos más rápido que ellos, que el reguero, que Kaiser, que firulais, que el burro, que la rana!!, que chango, que mango, que pango, que tango, que pingo, que flores, que turrini, a quién se le ocurre turrini!, que los costeños, que los ibaguereños, que los violinistas, que los guitarristas, que yo shi, que yo no, que este man que este otro man, que este mam, que este otro mam. No, pues, estamos hechas!!, tenemos los suficientes recursos para armar un zoológico, o una perrera (y esa si que quedaría bien grande), un foro para discusiones filosóficas en dónde discutir los significados de palabras como chango, turrini, Kaiser (que debe venir de la nueva marca de salchichas) y toda una demostración de nuestra diversidad cultural, nacional e internacional!! (lo último gracias a mi). Además los segundos o primeros nombres mas raros de la historia: gilberto, patricio, por Dios!!, y mas que raros, cobardes, es que a quién se le ocurre ponerle ese nombre a un hijo suyo!!; bueno, bueno, mentiras, lo siento, se pasa. Pero siguiendo con el tema, en realidad tenemos talento para encontrarnos con cosas raras, no les parece?, y peor, para llorar tanto por esas cosas raras, noo, es que no hay derecho hola!!

Creo que acabo de concluir que tenemos mal gusto

martes, 19 de septiembre de 2006

Angie!!!

Te quiero, te quiero tanto que me duele, te quiero tanto que a veces no tengo claro porqué estoy llorando, la soledad me carcome, te busco en las noches y no te encuentro, me buscas en las tardes y no estoy, pero te espero, amiga, te espero sin importar lo que pase, sin muchas cosas qué contar, como tu si debes tenerlas, solo quiero escucharte, solo quiero que me cuentes y vivir lo que estás viviendo, oler y escuchar lo que tu, así no pueda verlo, para alegrarme contigo amiga, para reírme contigo. Y no me importa cometer errores, porque siempre vas a estar al otro lado del mundo para protegerme, y creo que por primera vez en la vida te digo gracias, amiga, gracias por estar sin estarlo, gracias por recordarme y dejar que te recuerde, gracias por enseñarme a reír mas seguido y a llorar menos trancado, por todo lo que hemos vivido juntas, y ahora por estas fechas, por todo lo que estamos viviendo separadas. Te quiero amiga, y te espero.

Amía

lunes, 11 de septiembre de 2006

Simple y sencillo, como un niño que acaba de nacer, ni siquiera se preocupa por mirar a su alrededor, se ocupa de buscar la comida en su madre, que está agotada de intentar parirlo, cierra los ojos y llora porque le dieron un golpecito en la espalda para que sacara lo que probablemente tiene en el pulmón. Todo después se vuelve complicado, cada día, en cada segundo, el solo hecho de haber nacido ya lo condena a vivir la confusión que somos a medida que crecemos. Por eso me gustan los niños, porque no necesitan nada para ser felices, se asombran de todo, se ríen por todo, aunque, bueno, hay que aceptar que también lloran por todo, pero a diferencia de nosotros no les queda para siempre aquel recuerdo de ese día en que su madre no le compró el juguete que vió en el estante, no llora más de una vez por la misma cosa, es honesto, hasta en lo malo, solo cuando vamos creciendo es que aprendemos que hay cosas que no se "deben" hacer. Bueno, ya estamos del otro lado y eso no podemos cambiarlo.

viernes, 1 de septiembre de 2006

Miles de cosas aún no dichas que rondan por la cabeza y no se pueden concretar. Solamente algo grita por ahí y yo sigo los silencios. Mientras tanto ese ruído que me despertó ahora me tranquiliza, dice que todo pasará, que ya no importa si digo lo que diga o callo lo que calle. Solo falta el silencio, en el que he estado desde hace algún tiempo, y no me altera los sentidos, como lo ha logrado en esta tarde
Miles de cosas aún no dichas que rondan por la cabeza y no se pueden concretar. Solamente algo grita por ahí y yo sigo los silencios. Mientras tanto ese ruído que me despertó ahora me tranquiliza, dice que todo pasará, que ya no importa si digo lo que diga o callo lo que calle. Solo falta el silencio, en el que he estado desde hace algún tiempo, y no me altera los sentidos, como lo ha logrado en esta tarde