martes, 28 de junio de 2011

Si pudiera volver el tiempo atrás, seguramente repetiría los mismos errores. Ciertamente me habría ido a los 16. Luego de unos años de soledades finalmente terminaría enredándome con un amor tan bonito. Al final de algunos viajes y llamadas diría adiós y me hubiera aventurado exactamente por los mismos pasajes de la vida, que es bien rara, pero siempre se presta a los ires y venires del destino, que secretamente va de mano con nuestras elecciones. Hoy se que ya las palabras no pueden cambiarse, felizmente el pasado nos define en el presente. Y hablaré de esto que no me atrevo a decirle en algún tiempo a futuro, y espero disfrutarlo hasta el último instante como todas las historias que aún recuerdo. Tan extraño ha sido todo que siento las manos atadas, como corcho en remolino. El agua dejará de correr y a fuerza de la gravedad tendré que poner los pies en la tierra, o algún día tendré que decidirme a dejar de creerme corcho y no naufragar más en el intento de estar tranquila sin herir a nadie.

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