lunes, 6 de junio de 2011

Ay! Cómo quiero ser querida a mis espaldas. Y cómo quiero ser querida a mis frentes, a mis bocas, a mis ojos.
Cómo la duda se va apoderando de mi ante mis pies como si no pudiera dominarme, pero lo hace. Por los pies me ha ido tomando poco a poco. después de haber sido yo la que la estaba pisando con tranquilidad y seguridad sorprendida.
Nunca había estado tanto entre dos personas. Nunca había estado tanto entre el presente y el futuro, entre lo concreto y lo supuesto. Nunca había estado tanto entre tu y él. Y se que ninguno se quedará para ayudarme a averiguar qué pasará después. Probablemente mi corazón se vaya a kilómetros de aquí a vivir en una isla de la que me costará salir si viajo sola. En esa isla que deposité tantos sueños del pasado que algún día se concretarán en realidad. Pero mientras tanto mi cuerpo debe quedarse aquí para vivir las tres dimensiones, con mi flaco que no es mío y me atrapa silenciosamente con sus bracitos y su ternura.
Tengo una carta qué responder y quisiera que estuviera aquí para lanzarme a sus brazos y liberarme de la duda, para arrancarle los besos y sentarme a su lado en la lancha o en un avión. No se si él sienta lo mismo, pero secretamente lo sueño, como si presintiera que tal vez venga para quedarse, o para llevarme. Por segunda vez metida en un amor a distancia. Por segunda vez con alguien inesperado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario