sábado, 7 de octubre de 2006

Recuerdas la vez que te dije que te quería? Pues no puedo decirte que no era cierto, pero ahora algo cambia, como pasa generalmente en estos casos, la gente no sabe querer, la gente no sabe amar, y tal vez me incluyo también, porque mi forma de querer no me ha servido para nada; hoy no hay recuerdos que carcomen mi mente, y ya las bodegas del corazón están llenas, ya no salen lágrimas para llorar, ya no hay aliento para gritar, la vida no importa si no la tienes en las manos para vivirla. No hay nada qué decir, no hay nada qué pensar, tan solo quisiera dejarlo pasar para que no se quede por ahí rondando mucho tiempo, y por eso tampoco quise ver, para que la imagen no quede grabada, si ya perdoné una vez por qué no lo puedo hacer otra, y otra, y otra. Pero eso no es de perdonar, porque nada es mío hasta que no lo consiga, nada es mío si no lo se ganar, y no lo quiero ganar así, no quiero ser una típica, no quiero ser una más, porque solo así es que puedo no tenerlo. Entonces me voy, entonces ya no tengo nada mas qué hacer aquí, me doy la espalda y camino de frente para no molestar a nadie, para ni siquiera molestarme a mi misma, llego a la puerta y respiro profundo, subo las escaleras, y ya no me pesan los pies en el suelo, ya no tanto como pesaban antes.

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