viernes, 7 de julio de 2006

Hoy es un jueves normal, como los de siempre, después de una grata fiesta de cumpleaños con algo de torta que sobró y por ser la dueña (si es que así se puede decir)de la casa ahora está en la nevera en el mismo paquete plástico en que venía, y acabando de llegar de un almuerzo que mas bien me pareció una despedida que un re-encuentro, como dice ella, porque la vi mas alejada que nunca y se despidió con dos grandes abrazos y un "que te vaya muy bien en el resto del día, y en el mes y en el resto de tu vida, que Dios te bendiga", porque ahora es una de esas que quiere cantar y bailar para el Señor, conseguir dinero solo para poder ir a sus integraciones en casas de campo, al parecer esa es su cuota para poder llegar al cielo de los vivos y dejar que Dios le organice su vida mientras ella pierde sus tres primeras materias de su historia académica desde párbulos y trepa por el balcón de su casa en la noche para poder dormir porque su madre ya le había dicho que si se iba no dormiría en la casa. Si, hoy es un jueves normal como todos los demás, solo que hoy siento el cambio de la vida, hoy me di cuenta que ella y yo nos volveremos a encontrar diferentes y nos unirá solo el pasado, después de haber creído que éramos tan parecidas y casi idénticas, como le dije yo misma que de pequeños somos generales, pero a medida que vamos creciendo nos volvemos irrepetibles, y hoy me dí cuenta que de una u otra manera he crecido, o he cambiado al menos intentando ser libre, de pensamiento y de palabras, y de obras, como antes me hubiera costado tanto trabajo intentarlo.

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