jueves, 5 de noviembre de 2009

Hoy he vuelto a escribir. Me devolviste las ganas marchándote. Solamente me dijiste adiós, sin importar el pasado, sin importar el futuro.
Te cansaste de mí, yo lo se, el amor que me predicaste nunca fue suficiente, como para llegar hasta viejitos. Fueron solo palabras, planes de vida que te inventabas para convencerme de lo feliz que eras, de lo bien que estabas, planes imaginarios que acallaron tu conciencia por tres años. Tú lo sabes, y ahora yo lo se, que ese amor no fue real, que era solo una parodia de vida perfecta. Me siento usada, ya no me queda la tranquilidad de al menos dejar una huella en tu vida, de saber que me amaste, que no fue tu intención comer en mi casa, dormir en mi cama y usar mis fines de semana para luego irte sin dejarme nada a cambio. Tuviste agallas para dormir conmigo, besarme y prometerme el mundo, tuviste agallas para hacerlo y luego saltar a los brazos de tu hermoso grupo de amigos. Y me dejas aquí, luchando por recuperar los pedacitos de vida que me queda, a mis amigos, a mi familia. Fue mi culpa por confiarme tanto, por creerte todo, como si hubiera sido cierto..

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